Perdido en el
laberinto de tus curvas
me poso a tus pies observando tu silueta
inmerso en la perfección de tu bella figura
sucumbo al placer de tenerte aquí, tan cerca.
En el gozo de tu cariñosa compañía
resuelvo el acertijo de esas noches hechizadas
mecido entre tus brazos al son de tu melodia
descubro en tu voz mis ilusiones anheladas.
Tu boca se acerca lentamente y con sigilo
intento congelar el tiempo en ese instante
abatido por tu dulzura como un soldado caído
asombrado, cedo impotente ante tu semblante.
Sumergido en tu fragancia vuelo en tus suspiros
ensalzando con palabras tu porte y tu elegancia
para tu temple y tu estilo no existe calificativo,
quedo como un tonto rogándote con alabanzas.
Se inundan mis oídos con tus cálidas palabras
despegan mis pupilas rumbo a tus mejillas
que yacen temblorosas, suaves y sonrojadas
privilegiado, sonrío, reciniéndote en mi vida.
Tus carnosos labios me rescatan de un abismo,
como pan en manos del hambriento mendigo,
un oasis en el desierto de mis sueños heridos,
vuelvo a la realidad tras huir de este espejismo.
Sigo mi camino sin pausa pero sin prisa
superando los obstáculos de esta vía escarpada
deseando ser por siempre motivo de tu sonrisa
incansable e inmutable tras la fría madrugada.
Te vi, me viste, acabó la pesadilla
te convertiste en ese momento en mi amada
toda la humanidad ahora envidia
que soy yo ese hombre que se pierde en tu mirada.
Recuerdo melancólico los besos que antes me dabas
y esos juegos afectuosos cada noche entre las sábanas
no esperemos al destino, unamos ya nuestras almas
disfrutemos los placeres de hoy y el furor del mañana.
El cielo se desnuda al ver tu tez joven y blanca
el mar se revuelve, las olas rompen en la arena de las playas
observan la felicidad en este amor puro que nunca acaba
un viaje incombustible de dos jóvenes que se aman.
me poso a tus pies observando tu silueta
inmerso en la perfección de tu bella figura
sucumbo al placer de tenerte aquí, tan cerca.
En el gozo de tu cariñosa compañía
resuelvo el acertijo de esas noches hechizadas
mecido entre tus brazos al son de tu melodia
descubro en tu voz mis ilusiones anheladas.
Tu boca se acerca lentamente y con sigilo
intento congelar el tiempo en ese instante
abatido por tu dulzura como un soldado caído
asombrado, cedo impotente ante tu semblante.
Sumergido en tu fragancia vuelo en tus suspiros
ensalzando con palabras tu porte y tu elegancia
para tu temple y tu estilo no existe calificativo,
quedo como un tonto rogándote con alabanzas.
Se inundan mis oídos con tus cálidas palabras
despegan mis pupilas rumbo a tus mejillas
que yacen temblorosas, suaves y sonrojadas
privilegiado, sonrío, reciniéndote en mi vida.
Tus carnosos labios me rescatan de un abismo,
como pan en manos del hambriento mendigo,
un oasis en el desierto de mis sueños heridos,
vuelvo a la realidad tras huir de este espejismo.
Sigo mi camino sin pausa pero sin prisa
superando los obstáculos de esta vía escarpada
deseando ser por siempre motivo de tu sonrisa
incansable e inmutable tras la fría madrugada.
Te vi, me viste, acabó la pesadilla
te convertiste en ese momento en mi amada
toda la humanidad ahora envidia
que soy yo ese hombre que se pierde en tu mirada.
Recuerdo melancólico los besos que antes me dabas
y esos juegos afectuosos cada noche entre las sábanas
no esperemos al destino, unamos ya nuestras almas
disfrutemos los placeres de hoy y el furor del mañana.
El cielo se desnuda al ver tu tez joven y blanca
el mar se revuelve, las olas rompen en la arena de las playas
observan la felicidad en este amor puro que nunca acaba
un viaje incombustible de dos jóvenes que se aman.