Creen que pueden someter a todos
pero olvidan que poseemos una identidad
que luchamos y nos sobra personalidad
que el poder lo tenemos nosotros.
La fuerza jamás ha podido con el intelecto
porque siempre ha habido valientes
que han batallado defendiendo sus derechos
enfrontándose a quienes torturan y mienten.
Radicales y extremistas no hacen más que joder
no tienen conciencia, son perros ignorantes
sin escrúpulos, no tienen nada que perder
atacan sin piedad, y derraman nuestra sangre.
Sus armas nos intimidan, nos quieren forzar
a un rendimiento que no podemos permitir
dañan a nuestros hijos, haciéndoles llorar
sobrepasan todo límite, nos van a destruir.
Su superioridad física nos va a aniquilar
somos títeres, piezas de su puzzle
pero debemos demostrar nuestra moral
si usamos la razón, sus escudos sucumben.
Su puño es débil, la rabia nos confunde
seamos audaces, reivindicar nuestras ganas de vivir
acabará con el temor que esa gentuzanos infunde
por el amor y la justicia vale la pena resistir.
pero olvidan que poseemos una identidad
que luchamos y nos sobra personalidad
que el poder lo tenemos nosotros.
La fuerza jamás ha podido con el intelecto
porque siempre ha habido valientes
que han batallado defendiendo sus derechos
enfrontándose a quienes torturan y mienten.
Radicales y extremistas no hacen más que joder
no tienen conciencia, son perros ignorantes
sin escrúpulos, no tienen nada que perder
atacan sin piedad, y derraman nuestra sangre.
Sus armas nos intimidan, nos quieren forzar
a un rendimiento que no podemos permitir
dañan a nuestros hijos, haciéndoles llorar
sobrepasan todo límite, nos van a destruir.
Su superioridad física nos va a aniquilar
somos títeres, piezas de su puzzle
pero debemos demostrar nuestra moral
si usamos la razón, sus escudos sucumben.
Su puño es débil, la rabia nos confunde
seamos audaces, reivindicar nuestras ganas de vivir
acabará con el temor que esa gentuzanos infunde
por el amor y la justicia vale la pena resistir.